sábado, 8 de enero de 2011

Sudán del Sur: El nacimiento de una nación



Tras una cruenta guerra y en la pobreza extrema, un referendo define si nace un nuevo país en Africa

08/01/11 - 09:34
Se trata de Sudán del Sur, un territorio de mayoría cristiana. Busca independizarse del gobierno de Jartum, dominado por musulmanes y que controla el norte. La votación cierra el proceso de paz tras una guerra civil que duró 20 años y dejó 2 millones de muertos.
En un referendo histórico, casi cuatro millones de personas definirán a partir de mañana si el sur de Sudán -mayoritariamente cristiano- se independiza del gobierno central de Jartum -dominado por la población musulmana- para crear un nuevo país. La votación será el punto culminante de una guerra civil de 20 años, que dejó dos millones de muertos y condiciones de pobreza extrema.

La votación, en un territorio sin infraestructura a causa de la guerra, comenzará mañana y durará una semana. Según un sondeo, el 96% de los habitantes del sur se muestra a favor de la secesión. De acuerdo a la ley electoral -monitoreada por Naciones Unidas- para que sea válido el resultado debe votar al menos el 60% de los electores, por lo que las autoridades reclamaron una asistencia masiva a las urnas.


La cantidad de electores habilitados fue resuelta por medio de un complejo sistema, acorde a la intrincada historia que tiñó de sangre la tierra sudanesa: sólo fueron incluidas en el padrón las personas con padres o antepasados de tribus originarias del sur -en su mayoría cristianas- al igual que aquellos habitantes cuyos padres y abuelos se hayan instalado en la región antes de 1956.

En un territorio donde apenas el 2% de la población terminó la escuela primaria, las boletas que se utilizarán en el referendo hablan a través de imágenes: una mano solitaria representa la independencia, mientras que la otra -con dedos entrelazados- avala la unidad con el gobierno de Jartum.

La votación, que podría dar a luz a la nación más nueva del mundo, es la culminación de un acuerdo de paz firmado en 2005. Ese pacto puso fin a una guerra civil entre el norte y el sur, que duró dos décadas y dejó dos millones de muertos.

El norte, musulmán y en gran parte árabe, y el territorio del sur, que se define como africano y cristiano, mantienen amplias diferencias políticas y sociales desde hace siete décadas. Khartoum -entre otros aspectos- busca instalar en el sur la ley islámica, rechazada de plano por buena parte de la población.

Entre 1920 y 1947. Gran Bretaña administró ambas regiones por separado. Londres limitó las migraciones entre el norte y sur, mientras favorecía el avance del cristianismo y los principios anglicanos para contrarrestar a los árabes-musulmanes del Norte.

A finales de 1955, antes de la proclamación de un Sudán unido e independiente, estalló la primera guerra civil Norte-Sur, que finalizó en 1972. Los habitantes de Sudán del Sur retomaron lalucha armada en 1983 y firmaron en 2005 un ambicioso acuerdo de paz, que garantizaba un referendo sobre su futuro, con aval de Naciones Unidas y buena parte de las naciones occidentales.

El proceso es analizado con lupa por buena parte de la comunidad africana: se trata de la primera vez que un referendo pone en jaque las fronteras trazadas por las potencias coloniales, lo que puede crear un precedente para otras regiones en conflicto.


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