sábado, 8 de agosto de 2009

El maestro Héctor...


En la vida he tenido pocos maestros realmente...

De primaria ninguno es digno de ser recordado por más de cinco minutos... de la secu, menos!

En la prepa Jacobo, la maestra Rocío y el profe Juan Carlos se llevan los laureles. En la carrera el Sam y Vargas... de la especialidad ninguno, la verdad...

Pero entre la secu y la prepa me enrolé en el Teatro, y tuve un excelente maestro: Héctor...

La neta, lo mío no era el teatro... aunque actualmente me sirvió esa dura disciplina para tener los chamorros que tengo actualmente, y el verbo y descaro desempeñado día a día. Iba a teatro con la esperanza de ligar a la Chaparra, el eterno amor secreto de aquellos años... más de 10 (1997!!!).

Al decidir la Chaparra que ya no iría más, mi interés se esfumó y dejé de ir también...

Me consta el profundo amor que le tiene el profe a este arte milenario... que le ha invertido más que de lo que le ha ganado...que muchos chavitos de aquel entonces le respondimos mal, quizá por ser forzados y no por nacernos de corazón ir a sus clases por las pinches hermanitas Flores... pedo ni pedo, el profe desde entonces trabaja con chavos más maduros, universitarios precisamente, que no se andan con mamadas...

No lo he visto desde el 99... si acaso una vez me pareció verlo pasar por mi casa en su coche blanco... pero ya hace años de eso... pero el respeto y afecto no se disipa... pasé algunos de los mejores momentos de mi vida bajo el CAEL... así es la vida y a la vuelta un vals...

P.D.

La foto no lo favorece... luce demasiado su panza, jajaja... mi mamá no lo reconoció cuando le enseñé la foto del periódico, y es que ella lo trató con bigote de Zapata y no así de cara de niño... un saludo y un abrazo afectuoso, y espero pronto ver una puesta en escena de él y saludarlo, aunque -definitivamente- no me recuerde...

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