sábado, 28 de junio de 2008

Salvador Allende


Fue un 11 de septiembre de 1973 cuando el mundo se enteró, horrorizado, de un terrible y sangriento golpe militar, en un país llamado Chile, por una junta militar, bendecida, auspiciada y financiada por Nixon & Kissinger. En ese golpe, se atacó la casa presidencial de La Moneda, donde estaba resguardado el presidente legítimamente electo por los chilenos, Salvador Allende, un tipo modesto de figura y habla, que murió en la raya, defendiendo la dignidad que los chilenos le habían envestido.

Triunfó el golpe, pero el sueño no murió. Tanto así que el día de hoy, gran parte del sur del continente Americano (Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Nicaragua y el mismo Chile), son gobernados por izquierdas que van desde las moderadas, las pragmáticas y las radicales. Algo imposible de pensar hace 15 años todavía.

Allende sembró, junto con otros titanes como el Che, Fidel, Ortega, lo que generaciones posteriores recogieron y aprovecharon, en la búsqueda de una sociedad mejor, alejada del enemigo yanqui.

Ayer se cumplió el centenario del nacimiento de Allende, y no se hicieron esperar en Chile, Cuba, y donde hubiera un rojo, los festejos para este titán de la historia moderna. Para este icono del mundo mejor que buscamos, con igualdad de clases, justicia, y fin de la explotación del hombre por el hombre.

Y a continuación, testimonios acerca del terrible golpe, de dos los más grandes escritores latinos, así como transcripciones de los mensajes que diera a la nación aquel fatídico día...

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